domingo, 17 de junio de 2007

Saber mirar

Es increíble, pero Dios no deja nunca de sorprendernos... Cada día creo más en la acción del Espíritu en nuestras vidas. Cómo nos va abriendo caminos, y mostrándonos con mucha dulzura por quién y quiénes late nuestro corazón...
Hay que tener el oído atento, y la mirada despejada... Y ¡qué difícil es a veces! Porque uno hace planes, y de pronto se da cuenta que más vale vivir el día a día... dejarse sorprender por cada instante. Y esto sin dejar de prepararse para estar disponible al llamado de Jesús...
¿Suena confuso? Jeje... es que lo es... pero a no desesperar... Estos procesos hay que vivirlos con mucha paz y alegría. No la "paz" de quien vive una vida tranquila y sin sobresaltos, sino la paz de quien se sabe en la lucha, y continúa de pie, siempre, a pesar de las caídas...
Sigo creyendo siempre en la Misericordia infinita de Dios. La de las caricias del alma... la que nos llena el corazón porque sabemos que entiende nuestros errores y nos acompaña en este camino de crecer, modelando nuestro barro...
Sigamos buscando... no nos detengamos... Él camina a nuestro lado. Siempre. Sólo hay que saber mirar...