sábado, 10 de noviembre de 2007

Encrucijadas v 1.0

A veces me gustaría que Dios me dijera al oído cuáles son las elecciones que más me convienen... Y no es chiste. Así podría evitar los errores, y tal vez los miedos y hasta la angustia que se mueven detrás de las grandes decisiones, esas que van marcando nuestro rumbo. El que nosotros hacemos.
Eso sí, en estos casos siempre aparecen los consejos de la gente que nos rodea, pero que raramente coinciden. También la tentación de esquivar el bulto y sortear elegantemente la encrucijada, que no es otra cosa que patear la pelota para adelante. O sencillamente buscar soluciones que abarquen todas las opciones, con lo que no elegimos nada, o bien hacemos todo a medias.
Todo esto forma parte del camino. Un camino que debemos transitar a lo largo de toda nuestra vida. Y que vamos construyendo a cada paso que damos. Y que nos hace responsables de esos pasos... no vaya a ser cosa que se nos ocurra echarle después la culpa a los demás o incluso a Dios de nuestra realidad...
Cuando pienso en esto, a veces me imagino al Tata agarrándose la cabeza y diciendo: "¡¡no, por ahí no!!". O bien ante nuestros cuestionamientos, "Pero si ya te lo dije de mil maneras... ¿no me escuchaste?" Je. Son sólo imágenes para comprender lo que nos pasa. Lo cierto es que el Padre nos acompaña en este camino, y hace lo imposible (por algo es Dios) para que emboquemos la pelota en el arco y, gol de por medio, continuemos el partido. Sólo tenemos que aprender a mirar... a descubrir sus señales...
Cómo hacerlo, es la pregunta del millón... y no hay respuestas que sirvan a todos... Lo que sí se es que en la oración, rumiando la Palabra de El Dios de la Vida, podemos ir encontrando rumbos... Sólo tenemos que dejarnos aconsejar.
Ah! Estos temas suelen ser para debate... dejame tu opinión... juntos podemos ir haciendo camino...