viernes, 29 de noviembre de 2013

Sentimientos de Fin de Curso

Hay mucho escrito sobre la Vocación. Pero no me quiero detener en teoría. Hoy, quiero reafirmar lo que siento, lo que vivo, lo que late dentro mío.

Puedo decir hoy, con toda convicción, que agradezco a Dios haberme dado la posibilidad de estar cerca de los jóvenes. Dar catequesis, charlar, estar con ellos, compartir un mate, todo esto me da vida, me llena de energías y me anima a renovar esfuerzos.

Me pasa en estos días de fin de curso, que se me cruzan los sentimientos. Por un lado, una profunda emoción. Ver a estos jóvenes que van terminando sus estudios, recordar todo lo compartido, todo lo que aprendí de ellos, hace que alguna lágrima se escape y sienta que ya los estoy extrañando. Y como compartía hoy con algunos de ellos, estas cosas pasan porque alguna huella dejaron. ¡¡Y vaya si lo hicieron!!

Pero también siento una profunda alegría por todo lo que van a ser. Por la vida que van a vivir, los desafíos que van a enfrentar. Alegría de verlos crecer, soñar, amar...

Brindo por ellos, entonces. Y un gran abrazo a la Promo 2013!!

jueves, 18 de abril de 2013

Siempre soñaste...

Hace unos días propuse a un grupo de 5to año de secundaria -como todos los años-, confeccionar un collage sobre la realidad social que ellos ven en la ciudad, el país, el continente y el mundo.

Así que se pusieron a trabajar con diarios y revistas de actualidad que habían llevado, y otros que tenía guardados del año pasado. Esta actividad suele llevar entre 40 y 50 minutos. Los jóvenes buscan imágenes o frases de los medios gráficos para expresar lo que ellos ven a diario.

Pasa a veces que alguno de los chicos no encuentran en imagen o palabra lo que quieren expresar. En ese caso, tienen permiso de escribir.

Una vez finalizada la actividad, se pegan los afiches alrededor del salón, y se los invita a "mirar la realidad". La que ven todos. La que nos cuentan a través de los afiches. Me gusta compartir esta actividad con ellos. Y en la recorrida, vi esta frase:


Así armada. Me impactó. Fue como si me estuviera hablando a mí, personalmente. Casi una interpelación. Me recordó viejas promesas hechas por mí. Y aún la tengo resonando en mi corazón. Hay algo allí, que me urge, me descoloca, me desinstala.

Y creo que aún más me impactó la elección de la frase y las palabras. Algo que no estaba dicho, que hubo que buscar para armar, pero expresa un mensaje, un sentimiento desde los jóvenes hacia el mundo...

No hay mucho más para decir. Hay sentimientos que exceden las palabras. Sencillamente gracias a J. por haberme inspirado y, tal vez sin querer, haberme acercado ese día más a Dios.