martes, 30 de marzo de 2010

El tesoro de los jóvenes

Frente a la verdad de los jóvenes, nuestras seguridades se desnudan hasta dejarnos indefensos. Basta escucharlos… o dejarlos hablar. Su corazón abierto semeja al tesoro escondido del que hablaba Jesús. Hoy puedo confirmar con más seguridad que nunca que abrir ese cofre, nos puede ayudar a descubrir cosas hermosas…

Pero tiene un precio. Ese cofre guarda también angustias, dolores, heridas. Si queremos el tesoro, lo tenemos que tomar con todo lo demás. Aún con lo que eso genere en nosotros. Casi diría que es la contraseña, la clave para abrir el cofre. La llave mágica. Sin no nos animamos a TODO el contenido, entonces no hay nada.

En lo personal, en este momento desearía poder tomar todo ese dolor y acariciarlo, y no decir nada... sencillamente hacerlo mío un ratito y que los ayude a liberarse…

Esto puede generar un encuentro de Catequesis. Hoy lo viví. Y no es nuevo. Hoy tuvo una fuerza demoledora. Los descubrimientos me dejaron también en carne viva.

Pero al mismo tiempo con una sensación de Plenitud que sólo Jesús hablando por medio de los jóvenes puede lograr.

Gracias R, M y A… y en ellas a todo el grupo que con sus aportes y su respeto me ayudó hoy a cuestionarme y a crecer.