jueves, 27 de marzo de 2008

Compartiendo la fe con los hermanos. 2da Parte.

“Toda evangelización parte del mandato de Cristo a sus apóstoles y sucesores, se desarrolla en la comunidad de los bautizados, en el seno de comunidades vivas que comparten su fe, y se orienta a fortalecer la vida de adopción filial en Cristo, que se expresa principalmente en el amor fraterno.
Después de preguntarnos qué es la Nueva Evangelización podremos comprender mejor que ella tiene su punto de partida en la Iglesia, en la fuerza del Espíritu, en continuo proceso de conversión, que busca testimoniar la unidad dentro de la diversidad de ministerios y carismas y que vive intensamente su compromiso misionero. Sólo una Iglesia evangelizada es capaz de evangelizar.
Las situaciones trágicas de injusticia y sufrimiento de nuestra América, [...] piden respuestas que sólo podrá dar una Iglesia, signo de reconciliación y portadora de la vida y la esperanza que brotan del Evangelio”. (IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, Documento de Santo Domingo, 23)

“...parte del mandato de Cristo”: El envío a sus discípulos a proclamar y testimoniar al Dios de la Vida es realizado por el mismo Jesús (Mt 28, 18-20). Aunque vemos también que el encuentro con Jesús provoca esta necesidad en las personas de salir a contar a los demás la Buena Nueva que ha llegado a sus vidas (Lc 24, 30-35; Jn, 4, 28-30.39-42; 20, 18). Cuando Jesús estaba entre ellos, aquellos que recibían el anuncio volvían a Él, y quien anunciaba pasaba a un segundo plano porque la Palabra a ser escuchada es la de Jesús. Luego de la resurrección de Jesús, los que lo ven, recurren a los Apóstoles a contarles la Buena Nueva...
“...tiene su punto de partida en la Iglesia”: A partir de la ascensión, y más aún de Pentecostés, el punto de partida de la Evangelización es la Iglesia. El mandato de Jesús a los apóstoles, es transmitido a todos los Bautizados. La Iglesia debe Evangelizar porque es su Misión, y debe hacerlo desde la comunión de sus miembros como cuerpo de Cristo, como testimonio de unidad, y fortalecidos por el Espíritu que se hace presente en esta comunión eclesial.
“...piden respuestas que sólo podrá dar una Iglesia”: Porque ha reflexionado durante 2000 años esta Palabra Viva, la actualiza y nos la enseña, porque ella es Madre y Maestra... “Madre y Maestra de pueblos, la Iglesia católica fue fundada como tal por Jesucristo para que, en el transcurso de los siglos, encontrara sus salvación, con la plenitud de una vida más excelente, todos cuantos había de entrar en el seno de aquélla y recibir su abrazo. A esta Iglesia, columna y fundamento de la verdad (1 Tim. 3, 15), confió su divino Fundador una doble misión, la de engendrar hijos para sí y la de educarlos y dirigirlos, velando con maternal solicitud por la vida de los individuos y de los pueblos, cuya superior dignidad miró siempre la Iglesia con el máximo respeto y defendió con la mayor vigilancia” (Mater et Magistra Nº1, 1961, Juan XXIII). A ella debemos mirar, y escuchar, en fidelidad al Evangelio.
Eclesialidad – Comunión – Oración – Formación... Pilares de un Grupo Misonero... (Continuará...)